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Instrucciones generales

Para mantener la bonita apariencia de tus joyas, deberían ser lo último que te pones cuando te vistes y lo primero en quitarte al desvestirte.

PULIR

Recuerda pulir tus joyas con un paño de pulido suave para mantener el brillo. El paño de pulido no elimina los arañazos, por lo que es importante proteger las joyas.

GUARDAR Y PROTEGER

Almacena tus joyas por separado en un joyero o funda resistente a las rayaduras y mantenerlas alejadas de superficies abrasivas.

MANIPULAR

Manipula tus joyas con delicadeza y cuidado, especialmente los que contienen perlas, los charms de cristal y los charms hechos íntegramente con una gema (con el centro de metal). Ten mucho cuidado de no dejarlos caer al suelo o golpearlos contra superficies duras, ya que esto podría dañar sus delicadas estructuras.

EVITAR

Evita el contacto con maquillaje, cremas, perfumes y lociones; por lo que recomendamos ser lo primero en quitarte y lo último en ponerte.

Evita baños y productos para pulir plata, la limpieza ultrasónica y productos químicos abrasivos.

QUITARSE

Procura no usar tus joyas al nadar, bañarte y hacer deporte u otro tipo de actividad física.

Limpieza

Para mantener la bonita apariencia de tus joyas, deberían ser lo último que te pones cuando te vistes y lo primero en quitarte al desvestirte.

¿Cómo limpiar y mantener tus joyas?

Pule frecuentemente tus joyas con un paño de pulido suave para mantener su brillo. Para limpiar las pulseras y los charms, deja en remojo (agua jabón o agua con bicarbonato) las joyas durante unos minutos y, tras sacar la pieza, utiliza el cepillo pequeño para eliminar cualquier resto de suciedad, si no tienes cepillo puedes utilizar la yema de tus dedos. A continuación, seca y pule la pieza con el paño de pulido.

Guardar tus joyas

El paño de pulido no elimina los arañazos, por lo que es importante que también protejas tus joyas. Guárdalas por separado en un joyero o bolsa resistente al deslustre y mantenlas alejadas de superficies abrasivas. Quítate tus joyas antes de darte un baño, nadar y otras actividades deportivas o físicas y limita el contacto con maquillajes, cremas, perfumes y lociones. También existen algunos entornos y productos en los que debes evitar exponer tus joyas. Trata de mantener tus joyas alejadas de temperaturas extremas como la luz solar directa, el frío extremo y la humedad.

A continuación te indicamos los procesos de limpieza que puedes darle a tu joyería según el tipo de material.

Plata y piedras

Utiliza agua jabonosa o si deseas agua y un poco de bicarbonato. Solo tienes que añadir en agua tibia el jabón o el bicarbonato y utilizar un cepillo de dientes suave para cepillar cuidadosamente las joyas ejecutando un movimiento circular o frotar las joyas con la yema de tus dedos. A continuación, enjuaga con agua limpia. Los cepillos de dientes son ideales para limpiar joyas con detalles ya que llegan a zonas que de otro modo serían difíciles de limpiar. Si la suciedad está demasiado incrustada, hay que mojar la joya en agua jabonosa o con bicarbonato durante 5-10 minutos.

Cristal

Para limpiar el cristal, utiliza un paño suave que no deje pelusas humedecido en agua tibia con una pequeña cantidad jabón líquido disuelto en ella. Volver a limpiar el cristal con agua (sin jabón) y sécalo con un trapo suave. También se puede usar una pequeña cantidad de aceite mineral al final para obtener un brillo adicional.
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